Colaboración de Jorge González
El recorte de 3.000 millones en educación no sería necesario si la Iglesia pagase a sus profesores de religión.
Este ahorro evitaría el despido de profesores de Matemáticas o Ciencias. Los profesores de religión deberían ser pagados por quien los contrata, es decir, los obispados.
La educación es una inversión y no un gasto, con los recortes en las escuelas publicas y los beneficios a las privadas-concertadas de los obispos solo se benefician los que tienen dinero.
Los recortes que están haciendo las CCAA obligadas por el gobierno, la brutal subida de las tasas universitarias, los recortes en investigación y en becas, mientras se mantienen las ayudas a la educación privada y religiosa y la exención de impuestos a los edificios religiosos, como el IBI nos los ahorraríamos si los curas pagasen sus impuestos.
Los sueldos de los curas y de los profesores de religión que se los paguen la iglesia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario