No existen ni existieron por mucho que se empeñen estos visionarios de la fe.

Colaboración de La Isla Misteriosa



No. Por mucho que se empeñen sigue siendo no. No hay ayuda, ni capote, ni tan siquiera intercesión mágica para que vivamos mejor. Esos seres extraterrestres y espirituales capaces de transformar el agua en vino, esos entes sobrenaturales que abren las aguas del Mar Rojo, esos muertos que resucitan en tres días después de una ligerísima hibernación, esas mujeres vírgenes antes, durante y después de un embarazo, no, definitivamente no existen ni existieron por mucho que se empeñen estos visionarios de la fe.

Mi Fátima Báñez, aquella que nunca cotizó para una empresa y que sólo se ha dedicado a la política en su cortita vida laboral, no lleva razón en sus agradecimientos a la virgen del Rocío. !Que no Bañez!, que sólo es un trozo de madero antropomorfo con carita afeminada (bastante fea por cierto) y que no intercede ante dios para que usted, torpemente, muestre en público sus carencias racionales.



Mi señor Zoido, otra lumbrera racionalista y cartesiana que una, otra y mil veces más, cae en la vulgaridad más supina cuando habla públicamente de cristos en la calle, de creencias en seres fantasmales que recorren la ciudad de Sevilla y de ruegos a estos espíritus para que nos ayuden a seguir adelante en estos momentos de crisis.

¿Esta gente está bien de la cabeza? Lo pregunto de corazón.
Viva la Razón