La Delegada del Gobierno en Madrid amenaza a los ateos con disolverlos por la fuerza si “ofenden” a los católicos
La Delegación del Gobierno en Madrid ha advertido de que la manifestación atea convocada para el próximo viernes, entre las 20.00 y las 22.00 horas por el barrio de Lavapiés, será disuelta por la fuerza si durante su celebración se realizan actos “que supongan una ofensa a la religión católica”.
Así se recoge en la resolución, fechada el 16 de abril y firmada por Cristina Cifuentes, por la que esta institución “toma conocimiento” de la marcha convocada por la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores, representada por Luis Vega, y la Asamblea Vecinal La Playa de Lavapiés, representada por Guillermo Melgarejo.
La Delegación del Gobierno hace dos consideraciones:
En la primera de ellas se advierte a los convocantes de que si durante la manifestación se realizaran actos que supongan “una ofensa a la religión católica” dejará de tener una finalidad lícita y se procederá “a su disolución”.
La segunda consideración hace referencia a que incurrirán “en la pena de multa de ocho a doce meses” quienes, “para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican”.
Nos preguntamos: ¿Quién será el inquisidor que determine si hay ofensa, Doña Cristina o el jefe de los antidisturbios?
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