Rouco Varela desautoriza la difusión de un texto crítico con la reforma laboral
Si hace pocos días eran los obispos andaluces los que entraban en la escena mediática insultando al pueblo andaluz y reproduciendo el discurso del capital, pidiendo de paso de manera poco disimulada el voto para el PP en las elecciones andaluzas del próximo 25 de Marzo, ahora se ha sabido que el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el nacional/catolicista Rouco Varela, ha salido en defensa de la reforma laboral impuesta por el gobierno de dicho partido, desautorizando un comunicado crítico con la misma que habían impulsado organizaciones de cristianos de base como HOAC y JOC.
Se trata del Comunicado Conjunto La HOAC y la JOC ante la nueva reforma laboral, de 17 de febrero de 2012, de la Hermandad Obrera de Acción Católica y Juventud Obrera Católica, y que, según informa la Web católica infoncatolica.com, había sido enviado a todas las parroquias por la Delegación diocesana de Pastoral del Trabajo, organismo que ahora ha sido desautorizado por el cardenal Varela.
En el texto, entre otras cosas, los miembros de HOAC y JOC informaban a los trabajadores y trabajadoras de los efectos negativos que la nueva reformar laboral tendrá para con sus derechos sociales y laborales, avisando, como organizaciones que trabajan entre los católicos en el mundo obrero y del trabajo, que la nueva reforma, como las anteriores, "socava los derechos de las personas trabajadoras y de sus familias (...) profundizado en el trabajo precario y en el empobrecimiento de las familias trabajadoras".
HOAC y JOC consideran, además, que la nueva reforma va en contra de los intereses de la clase trabajadora y a favor de la exigencias impuestas por los mercados financieros, las grandes empresas, las instituciones comunitarias y los organismos económicos internacionales". Entienden también que la reforma "quiebra el derecho constitucional a la negociación colectiva y a la capacidad organizativa de los trabajadores", "facilita y abarata la expulsión del mercado de trabajo", "deja la fijación de los salarios a la voluntad del empresario", y "dificulta, cuando no impide, el empleo juvenil".
En consecuencia, ambas organizaciones rechazan la reforma afirmando que "no compartimos la individualización de las relaciones laborales que propone esta reforma" y que "no es lícito eliminar derechos y protección de las personas trabajadoras con el argumento de combatir el desempleo". Y recuerdan que la doctrina social de la Iglesia, tal y como ellos la interpretan, defiende la prioridad del trabajo frente al capital, justo lo contrario de lo que se esconde detrás de esta reforma laboral: "Esta reforma rompe el débil equilibrio conquistado históricamente entre capital-trabajo, alejándose del principio siempre defendido por la Iglesia de la prioridad del trabajo frente al capital".
Ante tales palabras, tan claras y rotundas, el nacional/catolicismo imperante en las altas instancias de la Iglesia española no ha tardado en salir a escena para responder y desautorizar a estas organizaciones de base. "Nuestra Diócesis no se identifica con el contenido de dicho Documento, ni se hace responsable del mismo, considerando improcedente su difusión", ha sido la respuesta dada por la Archidiócesis de Madrid al documento.
"Por indicación del Sr. Cardenal -Rouco Valera- se envía esta nota para que cada Vicario Episcopal la haga llegar a los ámbitos de su responsabilidad. En las Vicarías territoriales debe enviarse a los Arciprestes a la mayor brevedad posible, a fin de que éstos lo envíen a las parroquias y lugares de culto de su respectivo arciprestazgo», se indica también en la parte final de la nota publicada por la Archidiócesis, apremiando a que su postura sea difundida y extendida por todas las parroquias bajo su competencia a las que la nota de la HOAC y JOC hubiese podido llegar.
La élite de la Iglesia española, brazo religioso del terrorismo capitalista, y más concretamente el brazo religioso del Partido Popular, toma así partido por la reforma laboral impulsada por el gobierno de su partido, y justifica el recorte de derechos a las clases trabajadoras que tal reforma supone, así como bendice con su consentimiento que sean las clases trabajadoras, y solo las clases trabajadoras, quienes se sacrifiquen, perdiendo derechos y calidad de vida, para que bancos, multinacionales y demás organizaciones capitalistas puedan seguir ganando dinero año tras año. Todo una muestra de esa "caridad cristiana" de la que tanto presumen.
Señor cura, ¡A sus misas!
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