El dominico Giordano Bruno, sacrificado en la hoguera por la Inquisición en 1600, dijo: «Las religiones no son más que un conjunto de supersticiones útiles para mantener bajo control a los pueblos ignorantes». Ciento cincuenta años después Voltaire, filósofo francés, escribía: «La religión existe desde que el primer hipócrita encontró al primer imbécil»...

viernes, 6 de abril de 2012

El perenne acoso de los piquetes… eclesiásticos.



Enrique Paniagua para A osCuras

Absolutamente todos los medios de comunicación, pagados, subvencionados, controlados y dirigidos por los mercaderes de vidas y haciendas y partidos políticos representantes de la derecha reaccionaria nacional-católica, han realizado un descomunal despliegue toxico sobre la acción de los piquetes sindicales en la última huelga general del 29M; Objetivo: descalificar a los sindicatos de clase y tratar de romper la huelga.

Es curioso comprobar el ahínco y tesón de esos medios de desinformación en desarmar a trabajadoras y trabajadores que solo trataban de defenderse de uno de los mayores ataques a sus condiciones de vida y a sus derechos laborales que la voracidad de “los mercados” y el poder político corrupto acaba de imponer.

Son precisamente esos medios gebelianos los que simultáneamente arropan, difunden e imponen mediante un perenne acoso y omnipresente influencia en todos los ámbitos de nuestras vidas el obscurantismo religioso, su farragoso lenguaje evangelizante, sus símbolos, su fanatismo y su idolatría… Auténticos piquetes eclesiásticos, acosadores a la razón y al librepensamiento, torturadores de la capacidad de pensar y analizar en libertad.

Han penetrado y sodomizado nuestra sociedad como el agua penetra y empapa la esponja, su capacidad idiotizante y narcotizante ha llegado a tal limite que hasta han conseguido que nosotros, sus victimas, les paguemos de nuestros impuestos –impuestos-, sus campañas y actividades catequizantes y que hasta justifiquemos (muchos) el saqueo a nuestros impuestos –impuestos- por “la obra social y de caridad que realizan”. No es que seamos idiotas, es que nos han idiotizado.

Todas las televisiones locales o regionales, toda la prensa escrita y la virtual, las emisoras de radio, todas, dedican espacios interminables, horas, anuncios, dinero, mano de obra, oradores y pregoneros de toda especie, a difundir sus ritos, sus misas, sus idolatras procesiones, sus misiones, sus carteles y sus imágenes de madera y cartón.

Obispos y cardenales difunden sus cartas pastorales, deciden sobre la verdad y la moral, condenan o aplauden, apoyan o demonizan las instituciones y la política… Su palabra es ley y ellos interpretan en exclusiva a dios, su dios y nos la imponen, esos son sus poderes y esos son sus piquetes.

Pero no les basta con nuestro dinero, no les basta con tener un rebaño de idiotas, sino que además inundan nuestras ciudades de campanas y campanarios, nombran nuestras calles, imponen nuestras fiestas y festivos y sus símbolos e iconos son omnipresentes y hasta desde los consistorios, ediles y dignatarios, empleados y empleos, subvenciones y prebendas, están a su servicio.

Retahílas y consignas son sus leyes: “siempre habrá ricos y pobres” “al cesar lo que es del cesar y lo del cesar y sus vasallos, también para dios…”.

… y con el mazo dando

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