El dominico Giordano Bruno, sacrificado en la hoguera por la Inquisición en 1600, dijo: «Las religiones no son más que un conjunto de supersticiones útiles para mantener bajo control a los pueblos ignorantes». Ciento cincuenta años después Voltaire, filósofo francés, escribía: «La religión existe desde que el primer hipócrita encontró al primer imbécil»...

miércoles, 30 de mayo de 2012

¡Que nos quitan Cáritas!




Hugo
Quien mucho abarca, blog

http://blogs.tercerainformacion.es/iiirepublica/



A cualquiera de los lectores de este blog (salvo que haya entre ellos reyes, curas, príncipes, obispos, infantes o cardenales, que no me consta) les están jodiendo la vida. Ya sea por no encontrar trabajo, por no pagar el piso o en el mejor de los casos por el deterioro de los servicios sociales básicos, el recorte del poder adquisitivo de la pensión, la imposibilidad de conseguir una beca, la subida de los precios por el IVA y la bajada de la nómina por el IRPF. En los demás casos la cosa no va mal. Ni un euro se ha recortado a la Iglesia y a la Corona sólo un 5% de su asignación presupuestaria (que es sólo una parte que conocemos del total que ingresa la Corona por distintas vías).

Con la fuerza que nos da que el PSOE esté en la oposición para decir que habría que hacer lo que IU lleva pidiendo años, vuelve un espinoso asunto: mientras los lectores de este blog pagamos los impuestos que nos toca, la Iglesia no paga ni un sólo euro de impuestos salvo el IVA porque obligó la Comisión Europea en 2005. Tampoco ahora se está pidiendo que pague todos los impuestos que le corresponden: parece que el debate propuesto por el PSOE se centra en el IBI. Es decir, que si la Iglesia tiene un piso heredado de una buena señora, pague su IBI como todo pichichi. No sabemos por qué el sobrino de la señora tuvo que pagar impuesto de sucesiones por la parte del piso heredada y la Iglesia ni un duro ni, en general, por qué la Iglesia no paga al César lo que es del César como dejó mandado Nuestro Señor.

Rouco se legitima por Cáritas. Si nos hacen pagar el IBI no dejaremos de invertir lo que nos sobra en bolsa como descubrimos cuando el caso Gescartera se llenó de ecónomos de obispados, ni recortaremos en esos locutores de deportes que la Cope se llevó de la Ser pastizal mediante en plena crisis de todos los medios (no creemos que les afecte el ERE del 25% que la Cope tiene sobre la mesa porque para cantar goles como los ángeles son muchos los llamados pero pocos los elegidos). Por supuesto que no ahorraremos en abogados para pederastas ni para sormarías porque al fin y al cabo se persiguen tan poco que forman parte de ese gigantesco chocolate del loro.

La jerarquía católica española se legitima como cualquier otra estructura religiosa reaccionaria: con la red caritativa. Es lo que llevó a Hamas a ganar las elecciones en Gaza, lo que cimenta el peso de los Hermanos Musulmanes en Egipto y en tantos países. Cuando el Estado (o su análogo en el caso palestino) se desmoronaba, se corrompía hasta las trancas, estas organizaciones seguían con sus fechorías, su discurso discriminatorio… pero también tejían una red asistencial eficaz y honesta que llega adonde lo público no quiere (en Egipto y España) o no puede (Gaza) y con la que pretenden legitimar todo el resto de su actividad. Incluso la mafia también se gana complicidades porque generan dependencia fruto de la combinación de su caridad con la ausencia de Estado que provocan.

La capacidad de chantaje de estas organizaciones reaccionarias crece conforme se desmorona lo público. La obscenidad mezquina de Rouco Varela (y reiterada servilmente y con más mentiras que letras en la portada de La -mal llamada- Razón) retrata el uso de los miserables como escudos humanos: “¡Como no me deis el billetero dejo morir de hambre a esos desarrapados! ¡Que estoy muy loco y no sabéis de lo que soy capaz!“, viene a decir el casamentero de Felipe y Letizia.

En el pecado llevamos la penitencia: al desmontar el escaso Estado social que teníamos somos muy vulnerables al chantaje mafioso; pero cuando teníamos algo parecido a la prosperidad no amenazábamos con que consagrar una organización a una divinidad dejara de suponer la exención fiscal: entonces pensábamos que bajar impuestos era de izquierdas, así que no se los íbamos a subir a quienes nos invitaban a caldito en la nunciatura.

Claro que Cáritas hace una obra estupenda. Especialmente ahora que estamos sumidos en la pobreza por que se lo hemos dado todo a los banqueros, incluidos esos banqueros cordobeses con sotanas tan llamativas (y de sueldos e indemnizaciones que nunca fueron a Cáritas y con cuya renuncia Rouco nunca amenazó). Pero todavía alguien nos tiene que explicar por qué lo que hace Cáritas no lo puede hacer el sector público evitando así chantajes y sin aumentar costes: por qué no dejamos de pagar a la Iglesia lo que cuesta Cáritas (y unos pocos miles de millones más hasta lograr la autofinanciación prometida por la Iglesia hace 33 años, aniversario tan simbólico) y desarrollamos la misma obra con criterios públicos y control democrático. ¿Sólo porque Cáritas se nutre de voluntarios que en el sector público tendrían que cobrar por su trabajo? ¿Y ese sobrecoste en empleos -que también supone un ahorro público en reducción de subsidios, aumento de ingresos fiscales y dinamización de la economía- nos parece mal? Uno empieza a pensar que el Estado no suple a Cáritas no porque sea muy caro sino porque el chantaje de la reacción es muy conveniente para mantener el actual estado de cosas.

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